¿El deber o el placer? e ahi el dilema

El poder… ¿Qué es el poder?, ¿acaso es algo intangible? O ¿acaso es algo que, pese a no poderse palpar, se siente crecer en desde lo mas profundo de las entrañas hasta que absorbe y posee cada partícula de uno mismo?...

Maldito y bendito seas. El poder es justo de lo que abusa; el poder es aquello que le da ventaja sobre muchos, y gracias a él, hoy…es justamente quien es. Pero ¿Qué es el poder?, que mierda ¿es el poder?, esa misma pregunta se ha hecho desde hace ya tantos años y hasta la fecha no tiene ni la más mínima idea de que responder. Los días se vuelven largos y cansados, pasa el tiempo mirando una carpeta forrada en cuero negro, pierde la mirada en ella, aquella carpeta incluso es un misterio para los que le rodean, muchos han intentado indagar en ella, pero al final nadie logra tener el acceso deseado a ella. Traga saliva, observa y frota con los dedos el papel mate, sonríe con cierta amargura y cierra con fuerza, el olor a cuero se hace presente, enarca la ceja y guarda el contenido en su escritorio, del cual muchos de igual manera, han intentado abrir, y al hacerlo solo encuentran papeles y nada que pueda valer la pena. Ingenio. Justo el que él necesito para guardar su más preciado “tesoro”. Se pone en pie y camina por el enorme pasillo de su departamento, el suelo de madera delata sus pasos, frota su abdomen desnudo, para luego rascarse el pecho; llega hasta la cocina y abre el refrigerador, del cual saca una cerveza, cierra y hace girar la taparrosca, bebe un largo trago y eructa, limpia sus labios regresando justamente hacia el escritorio. El móvil suena, observa el reloj 11:30 p.m, seguramente los deberes de ser Agente le llama.

-Hopkins- responde escuchando que se trata de una “emergencia mas", hace rodar los ojos sin darle la importancia debida –Voy para allá- resopla, dejando el móvil en el escritorio, observa su cerveza, sonríe de medio lado tirando el cuerpo en uno de los sofás de la sala, enciende el televisor y encuentra a un partido de los Lakes, levanta las cejas y bebe con suma tranquilidad su cerveza, sabe que no pueden hacer absolutamente nada hasta que él llegue o simplemente hasta que él de su “autorización”. Termina su cerveza y el partido de igual modo termina, va por algo decente que ponerse, eligiendo un saco color negro, camisa de manga larga color gris y pantalón vaquero deslavado, optando por calzado cómodo.

Un simple par de minutos y llega a la escena, un robo. Suspira un poco cansado, observa la escena de la joyería, vidrios rotos, algunos hoyos en las paredes, seguramente por las detonaciones, camina y a su paso se escucha el crujir de los cristales, se coloca los guantes de latex para no dañar la escena, algunos de los agentes que trabajaran para él están interrogando a los empleados y dueño, Richard se acerca a él, mirándole con cierto enojo, algo que a Derek le viene importando poco.

-Hace una hora que debiste de haber llegado…¿Dónde mierda estabas?- le mira molesto, sin comprender muy bien su falta de entrega al trabajo y mas cuando se trata de algo de suma importancia.

-Haber… ¿eres el comandante?- le mira fijamente y con el seño fruncido –No verdad… cuando lo seas, vienes y me dices a la hora en la que debo estar presente, ahora si me disculpas entorpeces mi escena de crimen.- pasa de largo, observando todo meticulosamente, gira y observa a uno de los policías –Oficial, encamine al Detective hacia la salida, ya se va- de manera arrogante le mira, habla y saca del lugar, con Derek Hopkins nadie se mete.

Cuatro horas después, sigue ahí, mira la escena, lee algunas de las declaraciones de los empleados y dueño, hace rodar los ojos y reúne a su personal en la oficina del dueño, para darles instrucciones-Bien señores, tenemos un robo, investiguen los casquillos, pero sobre todo el arma, hay varias huellas descarten que sean de los empleados, revisen videos de seguridad, quiero retratos, direcciones y a los culpables lo antes posible…¿dudas?- les mira y antes de que hablen –entonces ha trabajar, quiero el primer reporte por la mañana en mi escritorio- se da la media vuelta y sale de la oficina ante la mirada perpleja de los detectives y agentes que no tienen ni la mas remota idea de ¿Qué hacer? O ¿por dónde comenzar?

Se dirige hacia su auto, sonríe con cierto descaro, enciende el motor y casi de inmediato arranca, escuchando el motor de Aston Martin 65, un auto color verde oscuro, auto clásico que muy pocos se pueden dar el lujo de tener, y solo él lo tiene. Saca del interior de la guantera un "paquetito" transparente, el cual contiene cocaína, lo abre, observa por el espejo retrovisor, mira que no haya nadie cerca y estaciona cerca aun callejón oscuro, vierte un poco sobre una tarjeta y forma las líneas, cortando el polvo ligeramente con otra tarjeta; estando todo listo se inclina y absorbe las dos líneas una por cada fosa, limpiando los residuos que quedan debajo de la nariz, frunce el seño y realiza el sonido característico, dando la impresión de tener fluido nasal.

-Que bien se siente- arruga la nariz, se mira al espejo y sonríe –Bien Derek, comenzamos bien la mañana- abre los ojos completamente, notándose la demencia en la mirada, enciende el motor del auto y conduce nuevamente, dirigiéndose hacia el mismo lugar de cada noche, ver mujeres, coger con algunas de ellas, hacerlas gemir hasta que el mismo aliento se les acabe, escuchar sus gritos hasta que la misma voz se le extinga, esa imagen es justamente la que ahora quiere…y la tendra.